Ofrenda a la queridísima Sara Roldán, persona de mi amistad. ¡Ay! como duele la ausencia como se estanca el tiempo y remolinos de silencio capturan las sórdidas horas del reencuentro. ¿Quién leerá mis cartas? ¿Quién la sutil palabra recreará'? ¿quién, los pensamientos de otras gentes? ¿Quién con calor humano, posará su mano sobre el libro abierto? Solo nos queda el recuerdo de tu voz pausada besando eterna, cada palabra. No hablo ya de cielos que albergan almas, ni de fantasmas en la madrugada. Hablo de tu espíritu que estará presente el Espíritu de las Cartas Marcadas. Enrique Carlos 1º de setiembre de 2009
martes, 1 de septiembre de 2009
en 13:24Adiós a Sara Roldán - Ameijeiras
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