viernes, 27 de noviembre de 2009

El Lorizón – Horacio Carey

image

El lorizón

-Caso extraño el del Polidoro Guacamal, en realidad no el de él, sino el de su hijo, el Condicional, que era tan feo al nacer, que lo agarraron con reserva de devolución si no mejoraba en el corto plazo.

Dispués se fueron encariñando y se lo quedaron nomás.

Era tan feo que los vecinos lo alquilaban para hacerle tomar la sopa a los gurises.

Riesulta que el Condicional era el séptimo hijo varón y entonces lobizón, pero como era un iletrao, el se hacía lorizón.

-Lobizón será.

-No lorizón, se convertía en loro.

-Ahijuna ¿y que hacía?

-Cuando estaba humano era muy tímido, así que no había manera de hacerlo hablar, cuando se lorizaba había que correrlo a escobazos p´a que se callara.

Convertido, era verde y amarillo, en el pueblo le decían el Lacroze.

Las noches de luna llena se convertía en loro y salía a volar por el campo, se iba a otros pueblos y cobraba por hablar.

-¿Mucho?

-No, en especies, alguna giñebra, alguna grapa; era conmovedor verlo tomar paradito en la mesa con la cola p´arriba y la cabeza metida en el vaso.

-Ahijuna.

1 comentarios:

Rubén Antolín dijo...

Muy bueno, al estilo de Don Verídico. Un abrazo desde Mendoza. Rubén