A una vieja compañera...
La Soledad
La soledad llegó sola
y se acurrucó a mi lado,
y desde entonces comparte
todos mis ratos amargos.
Con una copa de vino,
frente a una silla vacía,
le he confiado las cosas
más íntimas de mi vida.
Los amores que han pasado
por mi lecho y por mis sueños.
Los amigos que han partido
tras quiméricos proyectos.
Y el ayer que se ha quedado
tan presente en el recuerdo,
como una huella en la roca,
como un destello en el tiempo.
Y los años malgastados
en pensar en un mañana
que quise soñar perfecto...
y me olvidé que soñaba...
Y ella siempre a mi lado...
¡Mi soledad compañera!
¿No has de abandonarme nunca
mientras yo pise esta tierra?
¿O te irás de madrugada,
poco antes de que despierte
al lado de algún amor
que habrá de ser para siempre?
Soledad, voy a extrañarte
el día en que tú me dejes,
Pero, si un día te vas,...
por favor,... nunca regreses...
Rubén Antolín - del libro Versos Diversos
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