(A Sierra Colorada –mi pueblo)
Ester Faride Matar – Sierra Colorada
Volver al sur.
Venir al sur.
Este hermoso panorama me transporta a mi niñez.
Aquella época en la cuál, los niños jugaban con barriletes de colores y los adultos caminaban por las calles dibujando rayuelas con sus pasos... y con los otros.
Una sensación de nostalgia y de alegría me salpica el corazón cuando regreso a este lugar y siento que las nubes me saludan y se esconden, haciendo piruetas en la extensión de su infinito.
El asfalto le cambió la geografía a muchos pueblos originarios de este sur y yo no lo pensé.
No lo pensé, cuando brindaba por el tendido de la cinta asfáltica que lleva prosperidad al futuro de mi gente, sin pensar acaso que esta misma algarabía, les canjeaba perspectiva a mi lugar y a tantos otros.
Vuelvo al sur y la meseta me tiñe de recuerdos.
Recuerdos que marcaron mis manos de payanas y de muñecas vestidas de señoras.
Señoras que cobijaron mis sueños infantiles y que hoy me reconocen cuando llego a la casa de mis padres.
Mis padres amaron el sur y a este pueblo.
Este pueblo tiene olor a otros países, porque nació de la mano de muchos inmigrantes.
Vuelvo al sur y me dan ganas de quedarme abrazando el horizonte que tiene parte de mi historia y de la tuya.
Regreso.
Pienso.
Cambio figuritas con el progreso que recién ahora, tapó el polvoriento camino que me lleva nuevamente a mi lugar y con mi gente.
(Ester Faride Matar)
1 comentarios:
Ester
qué lindo es leer tu tierra, tus lugares, tu pasado. Sos profeta en tu propio terruño...
eso sí que es pintar el mundo....
Felicitaciones, Matar !
FGC
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